miércoles, 29 de julio de 2009

Dueño de nada


Volvíamos de un paseo con unos amigos. De repente, una amiga dijo intrigante: "Tengo una bomba con Doña Bárbara". Rómulo Gallegos puede seguir descansando en paz, ya que se refería a la telenovela que pasan a las 2 de la tarde.


Comenzamos a decir posibilidades hasta que dio la noticia que la protagonista estaba embarazada. El que manejaba lanzó un suspiro y dijo: "Qué linda la que hace de Maricela. ¿No es la hija del Puma Rodríguez?"

"Sí, es hermosa", le dije, "pero lo que más me deprime es que me acuerdo el día en que nació. Yo estaba escuchando música en el Gacel de mi viejo, y de pronto el locutor dio la noticia: 'Nació Génesis Rodríguez, la hija del cantante venezolano...' , y luego siguieron comentado lo llamativo del nombre de la bebita. ".


Entonces mi amigo me miró impiadoso por el espejo retrovisor y me largó:


-Lo que te hace realmente un vejete de otro tiempo, es que te sentaras a escuchar radio en el auto.


***


Esta anécdota me hizo pensar lo siguiente: ¿Qué hábitos que tuvimos (o seguimos teniendo) nos demuestran que pertenecemos a una época tan perdida como irrecuperable?

miércoles, 22 de julio de 2009

La nieve como excusa



Nieva en la ciudad. Es apenas visible. Sólo el frío hace pensar que el hielo puede borrar las manchas del asfalto. Pero, a qué nos remite la nieve. Son tan débiles las evocaciones comparadas con las de la lluvia, tan copiosa siempre en todo sentido. Si hasta el mismo Borges creía recobrar lo más precioso del pasado a partir de una llovizna en su patio.

Sin embargo, para los que vivimos en el llano, como una voz inesperada pero conocida, la nieve comienza a anunciarnos algunos hechos de nuestra vida: esa foto donde tu casa aparece solitaria en medio de la blancura, unas manos ateridas que buscan darle vida a un cuerpo frío y con ojos de piedra, la canción que escribiste a tu hija dentro de una tormenta de estrellas, el viaje épico que hiciste por la ruta para atravesar un país congelado.

Aunque también, un miedo legado por la literatura, siempre me inquieta. Y es la nevada mortal que aparece al comienzo de El Eternauta, la historieta de H.G. Oesterheld. Una solapada invasión extraterrestre lanza una nieve que envenena al que toma contacto con ella. Esto lleva a Juan Salvo, el protagonista, primero, a resguardarse en su casa y sobrevivir; pero después, el mismo Salvo debe convertirse en un héroe de la resistencia ante el exterminio alienígena. Nunca volverá a ser el mismo.

Dicen que los cristales que forman un copo de nieve son todos hexagonales, pero que ninguno, como un gélido caleidoscopio, repite la misma combinación. ¿Será por eso que sólo conservamos la memoria de los acontecimientos irrepetibles?


La excusa es el poema:


Querido, nos escribieron la historia*

Estás recostado contra una de las columnas
del estadio. Afanosamente, como siempre,
escribís las notas de tus sueños. Los hechos
son simples: los cascarudos nos asedian.

Lo que queda resiste cada una de las embestidas.
Vimos ya la nube de ilusión, nos quitamos
los trajes protectores y sonreímos un poco.
Ahora nos aguarda la batalla de River Plate.

Aún ignoramos que están teledirigidos,
que cada uno de los rayos está programado
por un Mano, que detrás están los Ellos.

Cuánto no supimos... Con mirada ingenua
creímos escribir la historia, derrotar
la nevada. Y nada quedará de lo que fuimos.


Javier Adúriz, en Canción del samurai.

*Homenaje al historiador Mosca, personaje de "El Eternauta".

viernes, 17 de julio de 2009

Meteorología de los suburbios


Estoy en la cola del súper. Dos señoras grandes (como dice Mirtha Legrand) charlaban adelante mío del tiempo y de la gripe, irremediablemente. Una de ellas se da vuelta y le dice a una mujer más joven de la cola de al lado. "Pero de dónde vos venís, sí que hace frío". "Nada que ver", dice la más joven "comparado con Comodoro, aquí el frío es más húmedo y cala los huesos. Me quiero volver ya."

Todos empezamos a discutir que no, que en Mendoza hace como dos meses que no llueve ni "una miadita 'e gato". De pronto, un estallido nos deja mudos y nos moja la cara, los canastos y los productos aún sin pagar. Otra señora grande, temerosa de la cercanía de las personas, se había hecho para atrás con violencia y había colisionado con su trasero (valga la redundancia) con una torre de cocacolas retornables.

Mientras me secaba la pegoteada frente, la miré a la mujer que venía del sur y le dije:

-Ah, ésta es la humedad mendocina de la que Usted hablaba.


miércoles, 15 de julio de 2009

Rockas vivas (y parecidas)


En el 2004, deslicé en un post de un viejo blog, el asombroso parecido. No es que la similitud fuera desde siempre. La edad y los kilos han cincelado por duplicado y en paralelo. Con el tiempo llegó la "Canción de los parecidos" de TVR y me las miré todas (hasta las de los equaclones), pero ninguna registró esto:


¡Exijo justicia sosial!

lunes, 13 de julio de 2009

Todas las gripes del mundo








Llega la secretaria de mi escuela tosiendo como un caballo. Le pregunto si se está por engripar, me dice que no, que estuvo toda la tarde fregando con lavandina en la casa y que casi se ahoga por el vaho. “Aún no me recupero”, me escupe mezclado con una tos. Primer síntoma que la paranoia supera a la prevención.

Hace más de una semana que estamos todos encerrados en nuestras casas. Ciudades amuralladas de la Edad Media pero en pequeña escala. Nadie te quiere venir a visitar. Nadie quiere que le caigás de sorpresa. “Te atiendo aquí en la puerta, porque me estoy por ir, sabés”.

La semana de la dulzura esta vez fue “Una golosina por un barbijo”. Lo más regalado: Un caramelo de propóleo.

Una “saludable” costumbre, que se inició en los ‘90, es el beso en la mejilla entre hombres a modo de saludo . Ya nadie cuestionaba las inclinaciones sexuales de un varón por arrimarte la cara. El apretón de manos había quedado en el pasado. Pero ahora el saludo es de lejos y con cara de no me toqués ni con un puntero láser.

“Esta es mi oportunidad”, me dice con una sonrisa de 10 pesos el que vende dvd’s truchos a la salida del súper. “La gente pasa ligerito, ni elige la peli. Paga y se embadurna con alcohol en gel”. Seguro, pienso, que luego en la casa le tiran tanto lisoform al disco que hasta los actores se les van los virus.

¿Saldremos indemnes como sociedad de esta malaria? ¿Qué nos deparará el dengue a la vuelta del invierno? ¿Robar un beso en un boliche estará penado por ley emergencia sanitaria?

Finalmente, como me dijo un amigo, “Pescarte la gripe A no tiene glamour". Entonces ¿por qué Solita Silveyra y hasta un político del PRO se la agarraron?

"Sacate el barbijo", se escucha en los almacenes, "¡mirá cómo le fue a Michael Jackson!"

Mejor, me voy a leer La peste de Camus a ver si entiendo algo.