una llamada
perdida
apagar el día como si fuera posible
un paréntesis entre los lazos que te unen
con el mundo exterior al finalizar
cada jornada sin embargo
con el pulgar sobre el teléfono
abrís el sueño para que las luces y los sonidos
que comandan tu cerebro agitado
clausuren los ojos los oídos y la garganta
ante la sorpresa y el sobresalto
es en cada amanecer por eso que apretás
con fuerza el teclado para recuperar la noche
como si fuera posible entonces
una llamada perdida en el registro
de tu tranquila conciencia viene a testificar
un pedido de auxilio una voz
que atravesó negra la ciudad
hasta tu refugio tan sin respuestas
como sin ninguna salida
HERNÁN SCHILLAGI