lunes, 20 de agosto de 2012

Está lenta la computadora


    

            Apretás un botón, se enciende una luz verde y la pantalla abre su ojo de cíclope que lo observa todo. Tenés acceso a Internet las 24 horas, los archivos de todos estos años de trabajo, una novela por terminar y tarea, mucha tarea atrasada. Sin embargo, una barrita que va de izquierda a derecha, como un gusano recurrente, te detiene el ímpetu.

            Después se pone todo negro. Tus dedos comienzan a tamborilear. Luego aparece el escritorio de la compu más cargado que una mesa de cidís truchos: archivos, programas, fotos, videos, carpetas. Pareciera que un manco medio dormido está repartiendo las cartas en la oscuridad. Ponés la pava para el mate. Volvés y el antivirus te avisa que hay que renovarlo y que lo podés hacer más tarde, o reiniciar el equipo. ¡Con lo que te costó llegar hasta allí!

            Entonces, agarrás el mouse con bronca y querés cancelar, eliminar, negar todo lo que te propongan. Hacés el gesto con la mano de bronca y desprecio, pero el puntero está estacado en un rincón. El ventilador de la torre empieza a bufar y un infame relojito de arena se pega al puntero y no te deja hacerle click a nada. Tu dedo índice se convierte en un minero furioso de tu nariz y de tu oreja. Te vas a lavar las manos, volvés y notás que la página del buscador en la web se ofrece dócil. Querés comentar un post, no lo publica. Entrás a Facebook, no se ven las fotos ni los mensajes privados. Te morís de ganas de ver un video en Youtube, se corta tres veces hasta que se detiene para siempre. Te dormís y soñás que enviaste un archivo adjunto en menos de 20 minutos. Cuando te despertás, una ruedita burlona sigue dando vueltas. Por mientras, ya leíste completo un libro de recetas de cocina que estaba sobre la impresora, lavaste, secaste y guardaste los platos, terminaste de tejer bufandas para toda tu familia y te bajaste cuatro termos de mate (con sus respectivas idas al baño).

            Finalmente, golpean la puerta. Es un amigo. Le contás que la computadora está hecha una tortuga, que se clava como una papa a cada rato, que la vas a prender fuego.

            -Tranquilo- te dice-. ¿Por qué no la llevás a arreglar?
            -Estás loco. ¡No tengo tiempo!

4 comentarios:

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Como una maga, te voy a decir una sola palabra mágica: SPEEDY.

Anónimo dijo...

Como te entiendo. Yo lo he intentado con todo, antivirus, técnicos y hace poco instalé una herramienta que me ha sugestionado un amigo, un programa de limpieza (éste). Tal vez te ayude ;-)

Anónimo dijo...

Perdona, es esta página a la cual me refería: http://www.simplitec.com/es/power-suite/ pues allí sale todo detallado.

Hernán Schillagi dijo...

Javieramena: muchas gracias. Veré si me funciona. Saludos.